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▶CULTURA MUSICAL: EL BALLET◀

EL BALLET

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Este término francés significa: "baile de pantomima", y deriva del italiano ballo (baile o danza), y a ello se debe la confusión que existe. La danza abarca todos los bailes, desde los rituales a los folclóricos y populares, y en cambio, el ballet es la suma de varias artes, siendo las más importante el baile, pero no reducido a un ritmo y varias figuras, sino como representación escénica de una idea poética o argumento.

El ballet reúne: danza, música, poesía, coreografía, escenografía, vestimenta y otros elementos que conforman un exponente escénico de gran atractivo visual y sonoro. Tiene muchos puntos de contacto con la ópera, pero difiere de ella porque le está vedado un medio de expresión fundamental: la palabra, hablada o cantada, de manera que los bailarines deben expresar el contenido de un argumento por medio de su cuerpo en movimiento, con el gesto, la mímica y la danza.

El movimiento es todo en la danza, y el cuerpo del artista debe ser educado y entrenado hasta alcanzar el dominio absoluto de cada uno de sus músculos, o sea, una técnica perfecta. Pero ello no será suficiente, pues la técnica sólo es un medio.

Si en la música el elemento básico es el sonido y en la poesía lo es la palabra, en la danza es el paso, y la suma de pasos conforma el movimiento. En la danza, los esquemas o modelos que se aprenden tienen un valor pasajero, pues lo que importa es la interpretación personal, ya que se considera que la danza es recreada cada vez, y que el artista parece desprenderse de su naturaleza física para imbuirse de los personajes que representa en la escena. 


NACIMIENTO DEL BALLET

La música y la danza son la expresiones artísticas más antiguas, naturales y espontáneas del hombre, aun considerando la decoración de tejidos y utensilios domésticos que son un despertar hacia la expresión plástica.

Los primeros ballets se intercalaron en las representaciones teatrales, tanto en la tragedia griega como en las pantomimas del Imperio Romano. Ya en el siglo XV, en las cortes de Italia y Francia, había pantomimas con música sobre argumentos de la mitología griega y alusiones a personalidades de la época. En Italia se llamaron intermedios y no tenían relación con el tema argumental. En Francia se incluía un ballet en cada acto, pero la coreografía poseía un sentido vinculado al asunto.

En esa época los bailes estaban a cargo de hombres únicamente, y ellos representaban también los papeles femeninos; vestían disfraces complicados y usaban tacones altos que, inclusive, les impedían los movimientos libres. Recién en el siglo XVII se permitió el abandono del traje cortesano y el coturno, adoptándose ropajes que personificaban a seres mitológicos, por ser parte de los argumentos preferidos.


BALLET DE "COUR"

En la Corte de Borgoña (Francia), se representaban entremeses durante el desarrollo de las fiestas; no había un escenario propiamente dicho, y los decorados eran móviles, montados sobre un chasis, que se retiraba a cada cambio de escena. Las danzas se desarrollaban en el espacioso patio (cour) del palacio y a veces se distribuían entre los asistentes los versos que contenían el argumento y solían cantarse.


BALLET COMIQUE DE LA REINE

El 15 de diciembre de 1581 se celebró en Versalles un acontecimiento aristocrático: la boda de Margarita de Lorena, hermana de Enrique III, con el duque de Joyeuse, y en esta ocasión se celebró un espectáculo tan fastuoso que pasó a la historia con el nombre del epígrafe (comique, en el sentido de comedia).

En él estaban todos los elementos de una ópera-ballet: obertura orquestal, declamación, canciones, coros, bailes, intermedio de saltimbanquis, pantomimas, etcétera, siendo de destacar que el mismo soberano tuvo asignado un papel.

Las danzas eran las que se bailaban en la corte: pavana, courante, gallarda, zarbanda, etcétera, derivadas de bailes folclóricos o pueblerinos cuyos movimientos ingenuos, graciosos y de gran riqueza rítmica interesaron a los coreógrafos, que tomaron ideas de ellos y las estilizaron.


JEAN-BAPTISTE LULLY

Nació en 1632 y falleció en 1687. Era un músico florentino que se había radicado desde joven en París; inspirado en el ballet de cour, escribió varias obras en las que alternaban cantos, danzas y recitados, pero de verdadera importancia musical, como el ballet El triunfo del amor.


JEAN-PHILIPPE RAMEAU

Nació en 1683 y falleció en 1764. Fue un célebre compositor francés que escribió en este estilo Las indias galantes, en la que participaban personajes de origen exótico en roles de bailarines, recitantes y cantores, con vestimentas y decorados que daban sumo brillo al espectáculo.


MOLIÉRE

Nació en 1622 y falleció en 1673. Este gran escritor francés, cuyo verdadero nombre era Jean Baptiste Poquelin, se interesó por el ballet e intercaló números de danza en algunas comedias, como El burgués gentilhombre, en la que hace intervenir conciertos, serenatas, lecciones de danza y repasos de música.


EVOLUCIÓN DEL BALLET

En 1671 el célebre maestro de baile de Luis XIV, Beauchamp, presentó por primera vez un ballet individual como género artístico, sin declamación ni cánticos, y además osó incluir a mujeres bailando: Mlle. de Poitiers y Mme. de Sévigné, con otras damas de la Corte, figuraban como primeras bailarinas.

Paulatinamente el ballet se independizó del teatro y de la ópera para constituir por sí mismo un espectáculo. En 1794, Robespierre mandó representar un ballet para celebrar la fiesta del "Ser Supremo".


ESTILOS DE BALLET

Según los pueblos y las razas, el arte de la danza presenta muchas variedades. En Oriente la expresión se manifiesta  a través de los dedos, las manos, la cabeza y el busto, pero las piernas permanecen inmóviles, mientras que en Occidente la danza se basa en el paso, el gesto y la mímica.

Hay danzas colectivas e individuales, por parejas o con separación de sexos, con bailarines vestidos o semidesnudos; disfraces simples o complicados. Según sea la estilización del salto, la marcha, reverencia mundana, prosternación religiosa, mímica dramática, cortesana, galante, acrobática, etcétera, son clasificadas como danzas profanas, sagradas, rituales mágicas, etc.


JEAN-GEORGES NOVERRE

Nació en 1727 y falleció en 1810. Fue un gran maestro de baile que en sus creaciones coreográficas prefirió hacer resaltar la figura humana antes que el atavío. Dio mucha importancia a la pantomima, y su obra máxima fue el ballet Don Juan, con música del gran compositor Cristóbal W. Gluck; en ese espectáculo participan todas las artes.


LÉO DELIBES

Nació en 1836 y murió en 1891. Hasta que este compositor francés escribió el ballet Copelia (1870), la música siempre había sido un accesorio rítmico del espectáculo, pues era habitual que los coreógrafos planearan un ballet y luego pidieran al compositor que escribiera trozos musicales con ritmos adecuados a las escenas por él imaginadas.

En la música de Copelia se sigue minuciosamente el movimiento del baile y la pantomima, pero también está contenido el pensamiento del músico inspirado en el argumento. Por ello, ese ballet posee una unidad que carecen otros.

Posteriormente Delibes escribió Sylvia o La ninfa de Diana (1876), consagrándose a tal punto que esas dos obras, a casi un siglo de su estreno, integran el repertorio de todas las grandes compañías de ballet, ya que se consideran obras maestras.


PYOTR ILYCH TCHAIKOVSKY

Nació en 1840 y murió en 1893. Fue un famoso compositor ruso cuya música cuenta con una acogida fervorosa en todas las latitudes, también escribió para ballet, siguiendo la orientación trazada por Léo Delibes: El lago de los cisnes, estrenado en 1876; La bella durmiente del bosque y Cascanueces.


LOS BALLETS RUSOS

En la Corte Imperial de Rusia, durante el siglo XVIII, el ballet alcanzó un auge extraordinario; los zares hacían ir a San Petersburgo a los más célebres bailarines y maestros de danza de Francia e Italia, tales como Vestris, Petipa y Cacchetti, cuyas enseñanzas tornaron célebre a la Academia Imperial de Danza, por su férrea disciplina técnica y por conservar las tradiciones más nobles.

Tanto era el interés que la nobleza mostraba por la música y la danza, tanto que la zarina Sofía y la emperatriz Catalina la Grande fueron autoras de textos y música para ballets. Esta actividad despertó el interés de los artistas nacionales, y a principios de este siglo se produjo un verdadero Renacimiento ruso del ballet.

Un coreógrafo de gran talento y espíritu emprendedor, Sergei Diaghilev (1873-1929), formó una compañía de ballets, a la que denominó Les Ballets Russes, y la hizo presentar en Paría en 1909 con un éxito sensacional, doblemente notable por tratarse de la "patria" del ballet. De inmediato llamó la atención del público francés y más tarde de todo el mundo, porque presentaban otros estilos y costumbres (viajaron a Buenos Aires en los años 1913 y 1917).

La compañía de Diaghilev tuvo como característica la renovación constante del repertorio, ejercida en la danza, la música, la poesía, decorados, vestuarios, etc. Sus bailarines adquirieron fama mundial y eran disputados por varios monarcas, que no querían privarse del privilegio de verlos bailar en sus cortes: Ana Pavlova, Tamara Karsavina, Ida Rubinstein, Miguel Fokine, Vladislav Nijinsky, Leónidas Massine y otros.

Diaghilev buscó y logró la colaboración de músicos como George Borodin, Rimsky-Korsakov, Tchaikovsky, Igor Stravinsky, Sergei Prokofiev, Debussy, Ravel, Strauss, Respighi,  de Falla, etc. Entre los decoradores y pintores: Benois, Matisse, Braque, Picasso, y muchas más.


SÍNTESIS DE ESTILOS

Los que actualmente constituyen el repertorio universal, son tres fundamentales: 

Danza pura, basada en la danza clásica tradicional, con estricta disciplina en los pasos y movimientos.

Danza expresiva, originada en la pantomima renacentista y constante renovación interpretativa.

Danza étnica, surgida de coreografías populares, de las que estiliza los movimientos, genuinos y característicos.


ARGUMENTO DE COPELIA

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Su autor es Léo Delibes y fue tomado de un cuento de Hoffmann; es la historia de una muñeca mecánica fabricada por un relojero medio brujo, Coppelius, tan perfectamente natural que un joven, Franz, al verla sentada frente a la ventana, se enamora de ella no obstante estar comprometido con Swanilda.

Ésta, al enterarse, quiere ver personalmente a su rival y penetra en el negocio de Coppelius, donde se divierte poniendo en marcha diversos muñecos que funcionan a cuerda, entre los que se encuentra la muñeca Copelia.

Como se aproxima la hora en que vendrá su novio, resuelve substituir ella misma a la muñeca; cuando llega Franz queda prendado a la "nueva muñeca", y olvida a Copelia, que vuelve entre sus iguales.


ARGUMENTO DE PETROUSHKA

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La escena se desarrolla durante el carnaval de 1830, en San Petersburgo. Un charlatán de feria presenta a sus muñecos, a los que dice darles vida: Petroushka ante el público, que se horroriza. Pero el charlatán los tranquiliza al mostrarles que el protagonista era de aserrín. Cuando se quedan solos, en el frente del tablado aparece el espectro de Petroushka, que le hace muecas burlonas. El autor de la música es Igor Stravinsky.







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